OTRA VEZ sopa de verduras! –se quejó el viejo lobo–. ¡Ojalá tuviera una ovejita! Me prepararía un buen estofado, mi comida favorita… Justo entonces…¡TOC, TOC! Era una ovejita.–¿Puedo pasar? –dijo la ovejita.–Si, querida, pasa, pasa. ¡Llegas justo a tiempo para cenar! –respondió el viejo lobo...